Un enfermero de la residencia pública de la localidad madrileña de
Arganda del Rey ha denunciado ante la Fiscalía la muerte de una anciana
debido a la falta de personal para cubrir la asistencia de los 343
residentes del centro.
Los hechos ocurrieron la madrugada del
pasado 9 de mayo cuando Jesús Navarro, el único enfermero que estaba al
cuidado de todos los residentes junto a
diez auxiliares, recibió un audio de WhatsApp de una de sus compañeras
alertando de que se había encontrado a una anciana en el suelo con una
pierna aprisionada por la barra de protección de la cama.
Al llegar a la habitación, vio una de las peores imágenes de su vida.
«Me encontré una imagen tremenda. Cecilia estaba en el suelo boca
arriba. Su pierna derecha, a la altura del tobillo, estaba aprisionada
de tal manera con la barra de protección de la cama, que sus huesos se
habían roto y habían rasgado la piel. La pierna estaba semi-amputada.
Cecilia estaba consciente, pero en estado de shock. La cama y la barra
habían hecho una especie de torniquete con la pierna, lo que impidió que
se desangrara», relata Jesús.
En la residencia pública de
Arganda, el enfermero Jesús Navarro también fue testigo de la muerte de
otra residente que el 30 de julio de 2016, SE AHORCÓ accidentalmente con
la sujeción abdominal.